Al finalizar la primera rueda, publicamos un informe, a manera de balance, en la que hacíamos un análisis de la campaña de Melgar en las primeras 15 jornadas. Indudablemente, los números hablan por sí solos y si se utiliza el término "pésima" como rótulo no es para nada una exageración. Aquella vez, sin ser meticulosos, era evidente que lo que necesitaba el 'rojinegro' eran refuerzos. Y qué cambió desde ese día hasta hoy. Lamentablemente, casi nada. Y una situación así, difícilmente esperanza para que ese declive en la línea de rendimiento del equipo cambie hacia una dirección opuesta. Así, el equipo está únicamente a expensas que, aquellos nombres y hombres cuya salida -del equipo- se reclamaba, sean los que 'salven' al único representante arequipeño en el fútbol profesional.
A la llegada de Wilmar Valencia, el propio DT indicó que era indispensable reforzar al equipo. Pero se cansó de esperar. Al punto que hoy ya no precisa de ellos. Es más, en declaraciones recientes, ya olvidó sus requerimientos iniciales, forzado sobretodo por la inoperancia de una directiva que -literalmente- lo paseó con cuanto necesitó. Y no sólo fue el tema de refuerzos. Cuando se iniciaba el tercer 'microciclo', la concentración de diez días, tuvo que reducirse a tres. ¿Razones? La falta de presupuesto en ambos casos. También, por esta misma causal, no se concretó la 'purga' de jugadores que Valencia había anunciado cuando se hizo cargo de la Dirección Técnica rojinegra.
Ya a esa altura, era admirable la inquebrantable paciencia de la que hacía gala Wilmar. Sin embargo, digamos que ni un 'santo' podría soportar tantos desplantes. Lo último que sacudió sus principios fue las consecutivas suspensiones de los topes amistosos del equipo. Ni ante Alianza Lima, ni ante Cobresol. Y al paso que van, ya ni hay razones para confiar que se jugará con la San Martín este fin de semana. Por ello, sus últimas declaraciones denotan conformismo y pesimismo a la vez. Esta mañana, hizo sentir por fin su descontento al admitir que "aunque se viene realizando un buen trabajo a nivel de jugadores y comando técnico; ello no alcanza si no existe un compromiso de la directiva para cumplir los objetivos trazados". Igualmente, admitió, como es obvio, que los demás equipos ya han sacado una ventaja considerable al suyo porque realizan amistosos, incluso de nivel internacional.
Entonces, ¿Qué esperanzas hay para salir del hoyo? Un panorama así es poco alentador. Posiblemente, como iniciamos la nota, la esperanza más cercana a lo real es que se deba esperar que, aquellos jugadores a los que se reclamó mayor entrega y voluntad, sean los únicos responsables por sacar a flote a Melgar. Pero si ni siquiera las condiciones están dadas, será difícil esperar que las cosas, respecto a la primera rueda cambien. Más aún, si como muchos han catalogado -nos incluímos- las primeras fechas aparecen como cruciales para el destino del 'dominó' hacia el final del torneo.
Ilustración: Ciudad del Gol
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